Y todo por un ayer *

[...]
y aquella inocente niña...esa mirada desahuciada...queda ahora consumida por el silencio.
Atenta a cada paso del vacío se aferra a la mano de su madre, abandonada en la oscuridad eterna.
Y es ahora cuando su alma se hace más fuerte y tan débil que se vuelve vulnerable a su propio destino.
¿Y dónde está ahora ese al que tanto llamó "amigo"?
¿Y dónde se quedan todas aquellas promesas que tanto hicieron suspirar?
Asumidas en las más perdidas almas, dejadas a la deriva. Porque, ¿qué es una lágrima sin un hombro en el que caer? No es más que un simple "adiós".
Pero esto no serán más que vanos recuerdos de aquella niña que se convertirá en mujer, mujer que no tuvo espejo en el que reflejarse.
Ya de nada servirá suplicar a gritos que no le arrebata su alma y convierta ese abstracto corazón en sentimiendo de culpa.
Todo con lo que un día soñó añorar está ahora en el lado paralelo de la vida, protegiendo a su hija desde la espera, desde la venganza, de la parte más intensa del amor hacia su extraño amante, su dulce asesino, de aquel que rompió du vanidad.