domingo, 14 de marzo de 2010

Quien dice que el agua es buena, aprended!

Era un sabado...o quizás un miércoles? Bueno da igual, no tengo noción del tiempo.
Empecemos.
Eran las nueve de la mañana y mi madre estaba limpiando, como cada día. Mi hermano se fue a la biblioteca, como cada día. Y yo....bueno yo me quedé durmiendo, como cada día.
Me desperté de repente. No sé muy bien porqué pero lo hice.
Me levanté: fui al baño, levanté la persiana, abrí la ventana y desayuné.
Mi madre vino a la cocina y me dijo que no se podía utilizar el agua.
Hacia dos meses que todo mi edificio estaba en obras y estos días estaban cambiando las tuberías, asi qué durante ese día no se podría utilizar el agua, y para eso mi madre ya había llenado dos cubos.
Mi madre salió a comprar asi que yo me fui a hacer mi cama.
Al terminarla tuve intenciones de ponerme a hacer los deberes...pero .... tenía un rayajo de tinta en la mano y fui a lavarmelo, ¿no pretenderías que lo dejara allí sin más, verdad?
El tiempo se relantizó.
Mis pasos sonaban ahora en mi cabeza como martillazos, mis manos parecían tener vida propia.
Levanté muy despacio el brazo hasta alcanzar el interruptor de la luz. Lo alcanzé. Abrí la puerta y me fui descubriendo poco a poco de frente en el espejo. Giré 90º.
Mi mano empezó a moverse, dirigiéndose hasta el grifo del lavabo. LO HIZO.
Levanté el grifo y salió AGUA.
Mierda! ¿Qué es lo que había hecho!? Recordé que no se podía utilizar el agua !!!!
¿Qué se supone que debía hacer ahora? No oi nada, por lo que supuse que no tendría importancia.
Fui a la cocina, donde esperé durante minutos, y me apoyé en la encimera. Me sudaban las manos, me temblaba todo, sentí miedo: TEMOR. Aún así, allí me encontraba, inmóvil a dos metros de la puerta de la cocina sin pestañear.
AL FINAL OCURRIÓ.
Desde un piso más abajo oi:
-La madre que la parió! Mira que dije que no dieran al agua! La mato! - sonidos indescifrables.
Oí zancadas en la escalera que se hacían cada vez más fuertes y cercanos....EL TIMBRE HA SONADO.
Sin poder andar bien intenté dirigirme hacia la puerta con frialdad, lo juro. El momento se acercaba, mis piernas no terminaban de reaccionar. ¡Dejad de temblar por favor!
Noté que el picaporte de la puerta giraba, era yo.
Había abierto la puerta, y me encontré a dos hombres.
El primero de ellos, un obrero (de ojos azules) me dijo con voz suave y amable:
-Em...¿Está usted utilizando el baño? - le noté en su mirada preocupación.
A lo que respondí:
-(Titubeando)Em...Sí, pero solo un poco! -a esto salieron los dos hombres corriendo hacia el piso de arriba, y yo, parada aún sujetándome en la puerta les grité tartamudeando: -Es que se me ha caidoooooo !!
El otro hombre, uno viejo me espetó:
-Pero hombre! no ves que están trabajando! Joder si es que os dicen las cosas y nada!!!!!!!

Dios! ¿Se me ha escapado el agua? -.-'
Me entraron ganas de llorar.
Al cabo de media hora vino mi madre, entró en mi habitación y me vio sentada en la cama, con la vista perdida.
Me dijo:
-¿Que te pasa?
-Ma..mam...mamá me sangraba la nariz y di al agua un segundo!!

MALDITA ZORRA DEL PISO DE ARRIBA! SE ESTABA DUCHANDO! A un obrero, cuando quitó la tubería, le cayó literalmente una tromba de agua encima, que venía del cuarto D.

Ahora todos los obreros saben que no había sido yo,....pero el rencor hacia ellos sigue ahí.

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